Hace 16 años el Dr. Bill Harris, Nutriólogo y el Dr. Clemens von Schacky, Cardiólogo, inventaron el Índice de Omega-3.
Entre los muchos estudios que respaldaron la invención de este examen está el Physician’s Health Study, donde se tomaron 16 mil muestras de sangre de médicos en USA y se congelaron por 17 años.
Al final de los 17 años se determinó que el riesgo de sufrir un infarto cardiaco era un 90% más bajo cuando la persona presentaba mayor nivel de omega-3 en sus membranas celulares.
Estudios posteriores permitieron determinar que, en una escala del 0 al 12%, el índice que confería mayor protección estaba sobre el 8%.
Para comprender cómo se mide el Índice, debemos recordar que los omega-3 son un tipo de grasa que forma parte de las membranas de nuestras células y su función es anti-inflamatoria, o, mejor dicho, resolutiva de la inflamación. En cambio, los omega-6 son inflamatorios y deben estar en menor proporción.
Esto se mide en la membrana del glóbulo rojo que se obtiene de una pequeña muestra de sangre del dedo y que es enviada a USA.
El contenido de omega-3 en el glóbulo rojo es reflejo del estado de las membranas de todas las células de tu cuerpo, así un Índice de omega-3 menor que 8% aumenta el riesgo de sufrir envejecimiento acelerado y enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente cardiacas.
¿Cuáles son las ventajas de tener un Índice Omega-3 mayor a 8%?
Tener un índice mayor a 8% te ayudará a mantener un equilibrio entre la inflamación y la resolución, disminuyendo tu estado de “inflammaging basal”, lo cuál trae los siguientes beneficios:
- Enlentece el envejecimiento
- Reduce la presión arterial
- Reduce los triglicéridos
- Previene las arritmias
- Reduce probabilidad de infarto
- Mantiene la salud visual
- Mejor desarrollo cerebral para el niño en desarrollo
- Combate enfermedades autoinmunes
- Previene demencia y Alzheimer
- Mejora el hígado graso
- Mejor calidad de piel
Esto y mucho más… siempre considerar que la suplementación sea con omega-3 certificado de buena calidad y evitar el consumo de aceites ricos en omega-6.
Dr. Fernando Santana Villagra
Médico Cirujano – Universidad de Chile
Magister en Medicina Anti-envejecimiento de Longevidad Saludable – Universitat de Barcelona
Diplomado en Obesidad y Nutrición – Universidad de Chile
Certified Practitioner en Nutrición y Terapia Cetogénica y Low Carb High Fat, Nutrition Network Advisor Training y The Noakes Foundation, Sudáfrica.
Dr. Christian Ubilla Larrea
Cirujano Dentista – Universidad Estatal de Guayaquil
Especialista en Periodoncia e Implantología – Universidad Mayor de Santiago de Chile
Diplomado en Medicina Biorreguladora de Sistemas – Universidad Mayor de Santiago de Chile
Referencias Bibliográficas:
- von Schacky C. Omega-3 index and cardiovascular health. Nutrients. 2014;6(2):799-814. Published 2014 Feb 21. doi:10.3390/nu6020799
- Merle BM, Benlian P, Puche N, Bassols A, Delcourt C, Souied EH; Nutritional AMD Treatment 2 Study Group. Circulating omega-3 Fatty acids and neovascular age-related macular degeneration. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2014 Mar 28;55(3):2010-9. doi: 10.1167/iovs.14-13916. PMID: 24557349.
- Strickland AD. Prevention of cerebral palsy, autism spectrum disorder, and attention deficit-hyperactivity disorder. Med Hypotheses. 2014 May;82(5):522-8. doi: 10.1016/j.mehy.2014.02.003. Epub 2014 Feb 12. PMID: 24581674.
- Shidfar F, Keshavarz A, Hosseyni S, Ameri A, Yarahmadi S. Effects of omega-3 fatty acid supplements on serum lipids, apolipoproteins and malondialdehyde in type 2 diabetes patients. East Mediterr Health J. 2008 Mar-Apr;14(2):305-13. PMID: 18561722.
- Berbert AA, Kondo CR, Almendra CL, Matsuo T, Dichi I. Supplementation of fish oil and olive oil in patients with rheumatoid arthritis. Nutrition. 2005 Feb;21(2):131-6. doi: 10.1016/j.nut.2004.03.023. PMID: 15723739.
