Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de muerte a nivel mundial, afectando a un estimado de 18 millones de personas cada año. Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de alteraciones del corazón y los vasos sanguíneos (arterias y venas), teniendo como ejemplos la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad reumática cardiaca, entre otras (1).
Es importante saber que aproximadamente 12 millones de estas muertes (70%) pudieron haber sido prevenidas mediante la corrección de factores de riesgo presentes en el estilo de vida (2).
En Chile representan más del 27% del total de defunciones, lo cual da aproximadamente 28 mil personas en un año, es decir, un estimado de 78 muertes a diario, 3 personas por hora (3).
En los Estados Unidos muere una persona cada 40 segundos por enfermedades cardiovasculares (4).
Por esto, muchas personas están preocupadas por las enfermedades cardiovasculares, ya que además de ser la causa principal de muerte, son una fuente no sólo de enfermedad, sino también de una precoz discapacidad.
Uno de los factores de riesgo principales para la enfermedad cardiaca es la hiper-insulinemia y la resistencia a la insulina.
El problema es que nadie habla de esto, las autoridades de salud solamente están enfocadas en culpabilizar al colesterol y en la prescripción de medicinas para reducirlo, cómo son las estatinas, sin abordar las causas primarias.
Pero, te preguntarás ¿Qué es la resistencia a la insulina?
La insulina es una hormona que es secretada por el páncreas hacia el torrente sanguíneo cuando comes principalmente alimentos ricos en carbohidratos.
Si consumes alimentos que elevan constantemente la insulina, tus células comienzan a ser resistentes a ella y tu páncreas produce más insulina para superar esta resistencia.
La relación entre hiper-insulinismo, resistencia a la insulina y enfermedades cardiovasculares es bastante robusta, siendo uno de sus principales factores de riesgo.
Varias investigaciones que han incluido estudios prospectivos y transversales, meta-análisis y revisiones sistemáticas han provisto de evidencia convincente de que la resistencia a la insulina por sí misma es un factor de riesgo en una variedad de grupos poblacionales, tanto en la población general como en los pacientes con diabetes manifiesta (5).
La asociación entre resistencia a la insulina y el síndrome metabólico con la enfermedad cardiaca isquémica (angina de pecho) se ha manifestado en un estudio de 404 pacientes no diabéticos con seguimiento de 8 años. Aquellos pacientes que tenían hiper-insulinismo o resistencia a la insulina, presentaron 7.5 veces mayor riesgo para la enfermedad isquémica cardiaca (6).
En otro estudio de 2548 hombres de 35 a 59 años con un seguimiento de 11 años, se observó que la resistencia a la insulina o hiper-insulinismo fue un factor, por sí sólo, superior al síndrome metabólico en la incidencia de enfermedad cardiaca isquémica.
La relación entre HOMA-IR y riesgo de enfermedades cardiacas en hombres no diabéticos permitió relacionar a la resistencia a insulina como un factor que aumenta en 2.5 veces el riesgo de enfermedad cardiovascular en sujetos por otro lado calificados como “saludables”.
Es decir, fue independiente de otros factores de riesgo cardiovasculares conocidos como son el tabaquismo, la obesidad, triglicéridos elevados, HDL reducido e hipertensión arterial (7).
El HOMA-IR es un índice para evaluar el grado de resistencia a la insulina, y se convierte así, en un factor importante a medir en los pacientes para predecir eventos cardiovasculares.
Además, existen otras enfermedades crónico-degenerativas asociadas a una elevada insulina o hiper-insulinemia, que analizaremos en próximas entregas.
Por esta razón, intervenciones que apunten a la reducción del hiper-insulinismo y la resistencia a la insulina son claves en la prevención de dichas enfermedades, entre las que tenemos la RTC, o reducción terapéutica de carbohidratos, la suplementación con nutracéuticos y/o intervención farmacológica, todo esto asociado a modificaciones en el estilo de vida.
𝐃𝐫. 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚𝐧𝐚 𝐕𝐢𝐥𝐥𝐚𝐠𝐫𝐚
Médico Cirujano – Universidad de Chile
Magister en Medicina Anti-envejecimiento de Longevidad Saludable – Universitat de Barcelona
Diplomado en Obesidad y Nutrición – Universidad de Chile
Certified Practitioner en Nutrición y Terapia Cetogénica y Low Carb High Fat, Nutrition Network Advisor Training y The Noakes Foundation, Sudáfrica.
𝐃𝐫. 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐢𝐚𝐧 𝐔𝐛𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐞𝐚
Cirujano Dentista – Universidad Estatal de Guayaquil
Especialista en Periodoncia e Implantología – Universidad Mayor de Santiago de Chile
Diplomado en Medicina Biorreguladora de Sistemas – Universidad Mayor de Santiago de Chile
𝐑𝐞𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬:
- https://www.who.int/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31492503/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32730447/
- https://professional.heart.org/en/science-news/heart-disease-and-stroke-statistics-2020-update
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31336505/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29264065/