La Enfermedad por el Nuevo Coronavirus 2019 – C0VID-19 – se caracteriza por una respuesta inflamatoria exacerbada que puede tener resultados fatales. En más del 80% de la población existe una inflamación crónica sistémica de base, esto es, una inflamación silenciosa producto de múltiples factores relacionados con el estilo de vida, como la nutrición, el estrés, sedentarismo, tabaquismo, entre otros.
Es importante comprender que la inflamación silenciosa no da mayores síntomas en sus etapas iniciales y solamente puede ser evidenciada por un estudio acabado de varios parámetros de laboratorio que son interpretados a luz de las últimas investigaciones en medicina de longevidad.
Una de las características de la inflamación silenciosa es la producción constante de moléculas que perennizan la respuesta inflamatoria crónica, dichas moléculas se conocen como citoquinas inflamatorias.
Las citoquinas inflamatorias presentes en el sistema circulatorio de manera crónica van a producir un daño silencioso e inexorable en distintos tejidos del cuerpo humano, pero principalmente en los vasos sanguíneos, contribuyendo así a una enfermedad ateroesclerótica.
El COVID-19 puede provocar una des-regulación del sistema inmune lo cual va a avivar las llamas de la inflamación silenciosa, conduciendo así a una “tormenta de citoquinas” inflamatorias, la cual va a provocar alteraciones de los vasos sanguíneos, acompañadas de inflamación severa en distintos órganos con afectación de la respiración celular formación de trombosis.
Por tanto, toda condición que contribuya a la inflamación silenciosa es un riesgo para una persona que sufra de C0VID-19.
Entre las enfermedades bucales más frecuentes que afectan a la población chilena están las enfermedades periodontales, que afectan a los tejidos que rodean a los dientes como son las encías, el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
La Periodontitis, una de ellas, está caracterizada por una inflamación crónica de la encía con reabsorción del hueso que rodea a los dientes. El origen de esta enfermedad es multifactorial y uno de esos factores es el desequilibrio de la flora microbiana en la cavidad bucal.
La Periodontitis es una enfermedad silenciosa, el paciente puede presentarla por décadas sin notar su presencia, ya que sus síntomas pueden pasar absolutamente inadvertidos, pero el problema es que esta enfermedad supone un ataque constante al sistema inmune exponiendo al organismo a un flujo constante de citoquinas inflamatorias que contribuyen a la inflamación silenciosa.
Es por este mecanismo que varios científicos y organizaciones están elevando la voz de alarma, puesto que estos mecanismos plausibles ya han sido demostrados en estudios realizados en varias partes del mundo, donde se ha visto que mientras más severa la Periodontitis mayor es la tasa de complicaciones en paciente enfermos por C0VID-19.
En estos tiempos que estamos viviendo donde cada vez aparecen cepas o variantes más resistentes que pueden provocar la C0VID-19, no podemos esperar pasivamente a que una solución mágica nos de una protección que no sabemos cuánto tiempo va a durar.
Es fundamental que tomemos una actitud proactiva y junto con las medidas de protección, hoy más que nunca debemos responsabilizarnos en reducir el nivel de inflamación crónica silenciosa a la par que tomamos medidas de protección.
Comprendamos que un sistema inmune robusto con cero inflamación crónica es nuestro principal patrimonio que nos permitirá enfrentar fortalecidos no solamente esta pandemia aguda, sino también la pandemia de enfermedades crónicas que ya estaba cobrando la vida de 41 millones de personas cada año en todo el mundo.
𝐃𝐫. 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐢𝐚𝐧 𝐔𝐛𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐞𝐚
Cirujano Dentista – Universidad Estatal de Guayaquil
Especialista en Periodoncia e Implantología – Universidad Mayor de Santiago de Chile
Diplomado en Medicina Biorreguladora de Sistemas – Universidad Mayor de Santiago de Chile
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