“Una retirada a tiempo es una victoria”.
Napoleón Bonaparte (1769-1821)
El aumento de las enfermedades crónicas prevenibles, también llamadas enfermedades de la civilización, junto a un aumento de la expectativa de vida nos enfrenta a una nueva problemática que es la polimedicación.
Entendemos por polimedicación el uso diario de más de 4 a 5 fármacos o el uso de fármacos inadecuados, que no estén clínicamente indicados.
La polimedicación afecta aproximadamente al 32% de los chilenos mayores de 65 años, según la Encuesta Nacional de Salud 2017.
En Estados Unidos las cifras son similares, 36% de los adultos, siendo las personas de tercera edad el 14% de la población quienes consumen el 40% de los fármacos.
De acuerdo a la American Society of Consultant Pharmacists, las personas entre 65 a 69 años consumen un promedio de 15 fármacos por año, y aquellos entre 80 a 84 años llegan a 18.
En Chile, el 46.6% de adultos mayores se automedica, según datos del Programa Nacional del Adulto Mayor del MINSAL.
Las consecuencias de esta polimedicación llevan a una disminución de la adherencia a los tratamientos, interacciones entre fármacos, reacciones adversas innecesarias, mayor riesgo de hospitalización, enfermedades e incluso muerte.
La desprescripción surge como la imperiosa y responsable necesidad de la retirada a tiempo de fármacos o de dosis de fármacos supervisada por un profesional médico de una manera individualizada basada en criterios de efectividad-seguridad, riesgos-beneficios, calidad de vida, expectativas de vida.
Siempre valorando al paciente en forma integral, considerando el género, la edad, enfermedades crónicas presentes, funcionalidad, entorno socio-familiar.
La desprescripción es un proceso que requiere la revisión y evaluación de un plan terapéutico a largo plazo donde podremos evaluar, suspender, sustituir o modificar las dosis de fármacos que bajo ciertas condiciones clínicas pueden ya considerarse innecesarios o con una desfavorable relación beneficio-riesgo, un ejemplo de ello lo observamos al mejorar la nutrición, el estilo de vida, suplementación, etc., donde al cambiar positivamente las condiciones del paciente requieren de esta desprescripción.
Por ejemplo, un paciente que toma un analgésico o un anti-inflamatorio por un dolor determinado y éste es reiterado, es frecuente que comience con síntomas como acidez gástrica, distensión abdominal o reflujo y otras alteraciones que lo lleven a ingerir antiácidos o protectores de la mucosa gástrica. Esto a su vez puede conducir a una subida de la presión arterial, trastornos del sueño y estrés hormonal que llevan a una ganancia de grasa visceral. Con el aumento de la presión, ahora es prescrito un antihipertensivo que podría contribuir aún más a problemas como estreñimiento, conllevando ahora una prescripción de un laxante, sin mencionar el problema de retención de líquidos que lleva a que le mediquen un diurético.
Debido a que el dolor original no cede, el paciente comienza a tomar fármacos más potentes derivados de morfina, además de antidepresivos, inductores del sueño, acentuando ahora problemas de memoria y concentración.
Todo esto que hemos contado, tiene un nombre en medicina, es la llamada cascada farmacológica, es decir, se recetan aún más medicamentos para tratar los efectos secundarios de otros medicamentos que se confunden con los síntomas de una nueva enfermedad, sin serlo.
El objetivo de la desprescripción, una verdadera “farmacotectomía”, es reducir una polifarmacia inadecuada, disminuir reacciones adversas, mejorar la seguridad y eficiencia de fármacos, no empeorar los resultados en salud, asegurar la calidad de vida, evitar la iatrogenia, el encarnizamiento terapéutico y promover una longevidad activa.
Recuerda: “Una retirada a tiempo es una victoria”.
𝐃𝐫. 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚𝐧𝐚 𝐕𝐢𝐥𝐥𝐚𝐠𝐫𝐚
Médico Cirujano – Universidad de Chile
Magister en Medicina Anti-envejecimiento de Longevidad Saludable – Universitat de Barcelona
Diplomado en Obesidad y Nutrición – Universidad de Chile
Certified Practitioner en Nutrición y Terapia Cetogénica y Low Carb High Fat, Nutrition Network Advisor Training y The Noakes Foundation, Sudáfrica.
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