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Sensibilidad Alimentaria y “Leaky Gut”

“Lo que es alimento para un hombre, puede ser un veneno feroz para otro”.
Lucretius 75 AC

En nuestra entrada anterior ya hemos aclarado que nos referiremos a las Sensibilidades Alimentarias (SA) como reacciones adversas a ciertos alimentos mediadas por el sistema inmune, pero que no están reconocidas por la clasificación oficial y que, sin embargo, en la investigación más vanguardista están bastante relacionadas con problemas crónicos de salud.

No debemos confundirlas con las “intolerancias alimentarias”, ya que si bien, estas últimas son también importantes a tomar en cuenta, no tienen un mecanismo inmunológico y se deben a deficiencias de enzimas como la intolerancia a la lactosa o a efectos farmacológicos como la intolerancia a las histaminas o a los FODMAPs.

En las SA se produce una respuesta del sistema inmune con producción de anticuerpos tipo IgG y se estima que puede afectar al 60% de la población, pero debido a falta de estandarización y el poco reconocimiento de ellas en la comunidad médica se dificulta el dar una cifra más real (1,2,3).

Las SA mediadas por IgG se han asociado a un amplio rango de sintomatología específica y no específica y podrían existir síntomas no-intestinales como jaquecas, eccema, acné, dolores articulares y dificultad en perder peso (6,7,8).

El intestino hiper-permeable o “Leaky Gut” juega un rol clave en su origen, es decir, que la barrera intestinal puede estar alterada, lo que permite el paso de partículas alimentarias, bacterias y toxinas hacia la circulación lo que gatillaría la respuesta del sistema inmune con la formación de anticuerpos tipo IgG (4, 5,9).

Existen varios factores que te pueden llevar a un Leaky Gut, como una inadecuada nutrición, infecciones intestinales, el estrés crónico y el abuso de fármacos (9).

El gluten presente en el trigo, la cebada y el centeno, es uno de los principales causantes del Leaky Gut debido a que estimula la producción de zonulina en las células intestinales separándolas entre ellas y afectando así la función de barrera protectora (10).

Otros alimentos inflamatorios como los lácteos, el azúcar y el alcohol pueden gatillarlo (11).

Entre las infecciones intestinales no solamente contribuyen las infecciones agudas sino también aquellas crónicas no diagnosticadas como el sobrecrecimiento del hongo Cándida, los parásitos intestinales y el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) (12).

El Leaky Gut también puede ser aumentado por varios medicamentos como anti-inflamatorios, corticoides, antibióticos y antiácidos estomacales.

Además, los tóxicos ambientales como el mercurio, los pesticidas y el bisfenol presente en los plásticos, entre otros.

No debemos olvidar que el estrés crónico también puede afectar la barrera intestinal, permitiendo el paso de sustancias inflamatorias contribuyendo así a la sobrecarga del sistema inmune.

Mientras más tiempo permanezca el intestino hiper-permeable, el paso de partículas al torrente sanguíneo será mayor. El sistema inmune reaccionará con inflamación y además producción de anticuerpos tipo IgG provocando un estado de alta alerta inmunitaria sobre-estresándolo y gatillando mayor inflamación en algunos tejidos corporales de acuerdo a la susceptibilidad individual.

Muchos de estos anticuerpos que van dirigidos contra las partículas provistas por alimentos inflamatorios o bacterias intestinales pueden tener una reacción cruzada contra tejidos del organismo, lo cual se denomina “mimetismo molecular”.

Este mimetismo molecular puede además empeorar o gatillar la aparición de enfermedades autoinmunes (13).

Finalmente, el dejar sin tratar el Leaky Gut a lo largo de la vida puede acelerar las alteraciones producidas por el envejecimiento del sistema inmune predisponiendo a otras enfermedades crónicas e incluso alergias en la edad adulta y en la tercera edad (14).

𝐃𝐫. 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚𝐧𝐚 𝐕𝐢𝐥𝐥𝐚𝐠𝐫𝐚
Médico Cirujano – Universidad de Chile
Magister en Medicina Anti-envejecimiento de Longevidad Saludable – Universitat de Barcelona
Diplomado en Obesidad y Nutrición – Universidad de Chile
Certified Practitioner en Nutrición y Terapia Cetogénica y Low Carb High Fat, Nutrition Network Advisor Training y The Noakes Foundation, Sudáfrica.

𝐃𝐫. 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐢𝐚𝐧 𝐔𝐛𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐞𝐚
Cirujano Dentista – Universidad Estatal de Guayaquil
Especialista en Periodoncia e Implantología – Universidad Mayor de Santiago de Chile
Diplomado en Medicina Biorreguladora de Sistemas – Universidad Mayor de Santiago de Chile

Referencias Bibliográficas:

  1. Gaby A. Food allergy. Nutritional Medicine. 2nd ed. Concord, NH: Fritz Perlberg Publishing; 2017. pp.23–30. https://doctorgaby.com/the-book/
  2. https://www.iranheadache.ir/wp-content/uploads/2019/12/The-Clinical-Use-of-IgG-Food-Sensitivity-Testing-with-MigraineHeadache.pdf
  3. Priedite V, Nikiforenko J, Kurjanev N, Kroica J. Antigen Specific IgG4 in Patients with Gastrointestinal Complaints. Brit J Med & Med Res. 2014;4(1):194–201
  4. Sentsova TB, Vorozhko IV, Isakov VA, Morozov SV, Shakhovskaia AK. [Immune status estimation algorithm in irritable bowel syndrome patients with food intolerance]. Eksp Klin Gastroenterol. 2014;(7):13-7. Russian. PMID: 25842400.
  5. Karakula-Juchnowicz H, Gałęcka M, Rog J, Bartnicka A, Łukaszewicz Z, Krukow P, Morylowska-Topolska J, Skonieczna-Zydecka K, Krajka T, Jonak K, Juchnowicz D. The Food-Specific Serum IgG Reactivity in Major Depressive Disorder Patients, Irritable Bowel Syndrome Patients and Healthy Controls. Nutrients. 2018 Apr 28;10(5):548. doi: 10.3390/nu10050548. PMID: 29710769; PMCID: PMC5986428.
  6. Nakov R, Dimitrova-Yurukova D, Snegarova V, Uzunova M, Lyutakov I, Ivanova M, Madzharova K, Valkov H, Hristova R, Ivanov K, Kosturkov I, Valcheva G, Nakov N, Nakov V. Prevalence of Irritable Bowel Syndrome, Functional Dyspepsia and their Overlap in Bulgaria: a Population-Based Study. J Gastrointestin Liver Dis. 2020 Sep 9;29(3):329-338. doi: 10.15403/jgld-2645. PMID: 32919417.
  7. Gubur, SemaDetermination of the Effect of the Elimination Diet Applied for Overweight and Obese People with Food Intolerance on Body Composition and Biochemical Parameters. Brazilian Archives of Biology and Technology [online]. 2017, v. 60 [Accessed 1 June 2021] , e17160773. Available from: <https://doi.org/10.1590/1678-4324-2017160773>. Epub 17 Aug 2017. ISSN 1678-4324. https://doi.org/10.1590/1678-4324-2017160773.
  8. Wang FY, Chi CC. Rosacea, Germs, and Bowels: A Review on Gastrointestinal Comorbidities and Gut-Skin Axis of Rosacea. Adv Ther. 2021 Mar;38(3):1415-1424. doi: 10.1007/s12325-021-01624-x. Epub 2021 Jan 28. PMID: 33507499; PMCID: PMC7932979.
  9. Hanna Karakuła-Juchnowicz, Patrycja Szachta, Aneta Opolska, Justyna Morylowska-Topolska, Mirosława Gałęcka, Dariusz Juchnowicz, Paweł Krukow & Zofia Lasik (2017) The role of IgG hypersensitivity in the pathogenesis and therapy of depressive disorders, Nutritional Neuroscience, 20:2, 110-118, DOI: 10.1179/1476830514Y.0000000158
  10. Fasano A. All disease begins in the (leaky) gut: role of zonulin-mediated gut permeability in the pathogenesis of some chronic inflammatory diseases. F1000Res. 2020;9:F1000 Faculty Rev-69. Published 2020 Jan 31. doi:10.12688/f1000research.20510.1
  11. Azhari A, Azizan F, Esposito G. A systematic review of gut-immune-brain mechanisms in Autism Spectrum Disorder. Dev Psychobiol. 2019 Jul;61(5):752-771. doi: 10.1002/dev.21803. Epub 2018 Dec 6. PMID: 30523646.
  12. De Pessemier B, Grine L, Debaere M, Maes A, Paetzold B, Callewaert C. Gut-Skin Axis: Current Knowledge of the Interrelationship between Microbial Dysbiosis and Skin Conditions. Microorganisms. 2021 Feb 11;9(2):353. doi: 10.3390/microorganisms9020353. PMID: 33670115; PMCID: PMC7916842.
  13. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2017.00598/full
  14. De Martinis M, Sirufo MM, Suppa M, Ginaldi L. New Perspectives in Food Allergy. Int J Mol Sci. 2020;21(4):1474. Published 2020 Feb 21. doi:10.3390/ijms21041474

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