Tal como lo expresamos en el post anterior, hoy hablaremos sobre nutrición y cómo fortalecer el sistema inmune. Sin duda que tenemos acatar las recomendaciones de grupos de expertos, sin embargo, tienes que confiar en tu organismo que cuenta con un sistema guardián protector y de defensa, ese es tu SISTEMA INMUNOLÓGICO.
Alimentos nutricionalmente densos sin carbohidratos procesados y bajos en almidones y azúcares simples, que sean ricos en grasas saludables y con la necesaria y adecuada cantidad de proteínas. El objetivo es lograr bajas glicemias (azúcar en la sangre), baja insulina (hormona que aumenta el hambre y almacenamiento de grasa) y una eficiente producción de energía (aumentar la eficiencia mitocondrial).
Tienes que saber que cuando se eleva la glicemia (el azúcar en tu sangre), disminuye la función del sistema inmune, y además glicemias altas enlentecen la capacidad de reconocer a tiempo los virus, bacterias o toxinas, favoreciendo una mayor agravación de los cuadros clínicos.
Gran parte de las enfermedades crónicas asociadas a la agravación del COVID-19 están relacionadas con una elevada concentración de glucosa en sangre (diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades cardiovasculares, enfermedades cerebrovasculares, cáncer, entre otras.)
En el próximo post continuaremos con ejemplos concretos de grupos de alimentos