Muchos responderían, “si, obvio, así puedo perder/ganar/mantener mi peso”. Otros dirán que si no cuento calorías entonces no puedo hacer bien una dieta.
Pero la realidad es que las calorías son lo menos importante al momento de cambiar la alimentación o iniciar una dieta. Acá te lo explico.
Una caloría es una unidad de energía; la comida se mide en calorías.
La teoría del balance energético habla del por qué engordamos y no bajamos de peso. Se hace una ecuación simple de las calorías que entran (lo que comemos, la energía que entra) y las calorías que se gastan (la energía gastada en el metabolismo basal, ejercicio físico y otros).
Si tenemos un balance positivo (exceso de calorías), ganamos peso.
Si tenemos un balance negativo (déficit de calorías), perdemos peso.
Si el balance es neutro, mantenemos nuestro peso.
¡Suena maravilloso! Y aun así aplicándolo por muchas nutricionistas y médicos y la utilización de alimentos “diet” o “cero calorías”, siguen creciendo las tasas de obesidad y sobrepeso, enfermedades inflamatorias, etc. ¿Qué sucede entonces?
Primero que todo, es muy difícil contar calorías. La cocción de algunos alimentos, las referencias de alimentos industriales y otros factores hacen muy inexacto la cantidad de calorías que comes y las calorías que puedes gastar.
Segundo, si el objetivo es bajar de peso, te recomendarán hacer un déficit calórico, es decir, comer menos calorías de lo que necesitas. En un inicio, esto funciona, ya que se regula el cuerpo a la nueva energía que va entrando.
El problema acá es que muchas personas llevan AÑOS en déficit calórico, lo que lleva a un estrés crónico (y apretar un botón de AHORRO DE ENERGÍA). Esto genera que estemos mucho más irritables, con más hambre, tensos y, en el momento de comer una comida “calórica”, el cuerpo lo toma como la gran oportunidad de abastecerse de energía, guardándola como grasa. Además que al disminuir tus calorías, el cuerpo se adapta a gastar menos, reduciendo el metabolismo basal.
Por eso el problema no son las calorías, sino los alimentos que te entregan esta energía. Nunca será lo mismo 100 kcal de un queque, que las de una palta. El factor importante es la calidad, el cómo está compuesto el alimento.
Deja de contar calorías, asesórate con una nutricionista, céntrate en la calidad de los alimentos y sus nutrientes, en cómo te afectan en tu cuerpo y se relacionan con tus hormonas. COME DE FORMA INTELIGENTE Y CON INFORMACIÓN.
Nutricionista Sofía Cabello, Nutrición Integrativa, Nutrición Metabólica, Reducción Terapéutica de Carbohidratos.
